Acuerdo Nacional logra compromiso histórico para ayudar con alimentos y servicios a población vulnerable afectada por COVID-19

 

  • Acuerdo Nacional ha logrado un histórico compromiso uniendo a los representantes del Estado, partidos políticos, sector privado y organizaciones de la sociedad social tras un solo objetivo.

  • Acuerdo también involucra la reactivación de cadenas de distribución como los programas del MIDIS, comedores populares, Vaso de Leche y programas de ayuda de iglesias y organismos internacionales.

  • SNI apoya la iniciativa del Acuerdo Nacional, y como representante del 80% de los fabricantes de alimentos del país, propone la distribución de alimentos, por la experiencia en este tipo de coordinaciones, asumiendo el compromiso como lo hizo antes en El Niño Costero del 2017. 

Lima, 31 de mayo del 2020.- El Secretario Ejecutivo del Acuerdo Nacional, Max Hernández, logra el compromiso histórico “Perú Hambre 0”, uniendo a los representantes del Estado, partidos políticos, sector privado y organizaciones de la sociedad civil, tras un solo objetivo, ayudar con alimentos y servicios a la población vulnerable afectada por  COVID-19.

Max Hernández, señaló que el prolongado periodo de aislamiento dispuesto por el Gobierno para detener el avance del COVID-19 implicó la paralización de la mayor parte de actividades económicas, que afectó a millones de peruanos, quienes hoy corren el riesgo de engrosar las estadísticas no solo de pobreza del país, sino también de deterioro de la salud por la falta de alimento.

En ese contexto, recordó que, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) previos a la pandemia, 3.1 millones de peruanos sufrían hambre por estar subalimentados; es decir, el 9.7% de la población nacional. Pero ahora la emergencia ha exacerbado esta realidad poniendo en gravísimo riesgo a nuestra población.

A esta iniciativa social, se une la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) y otros gremios empresariales a fin de coordinar acciones orientadas a identificar a los hogares peruanos más afectados económicamente por la crisis de la COVID-19, y facilitarles el acceso a alimentos, productos y servicios que permitan salvaguardar la salud y consolidar las bases para la reactivación económica del país. La SNI que representa 80% de los fabricantes de alimentos espera coordinar estas acciones con todas las organizaciones del sector público y privado que se suman a este compromiso.

Este compromiso que incluye al sector privado podrá sumar esfuerzos en este proceso de hacer llegar alimentos a la población más vulnerable en el corto plazo. La Plataforma del Compromiso Solidario es el ente coordinador del Acuerdo Nacional, entre la sociedad civil y el Estado encargada de coordinar todos estos esfuerzos, explicó Max Hernández.

Por su parte, Márquez resaltó el papel activo de los integrantes del Acuerdo Nacional, quienes en un acto solidario se han comprometido a agilizar las coordinaciones en los diferentes niveles del Gobierno, Iglesia, sociedad civil y organismos internacionales, identificando a los grupos vulnerables y transparentando canales de distribución para los que más necesitan.

El Acuerdo Nacional ha logrado un histórico compromiso uniendo a los representantes del Estado, partidos políticos, sector privado y organizaciones de la sociedad social tras un solo objetivo de derrotar la enfermedad y el hambre, y sentar las bases para una reactivación económica con el menor riesgo para la salud, resaltó Márquez.

Es importante mencionar que el compromiso también involucra la reactivación de cadenas de distribución como Programas del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, comedores populares, Comités Vaso de Leche y programas de solidaridad de las iglesias y organismos internacionales, precisó Max Hernández.

Adicionando –Hernández- “Perú Hambre 0” es un acuerdo que impulsa la producción nacional de productos requeridos, sujetos a criterios de calidad y competitividad, involucrando la producción industrial y agrícola en el Perú. Asimismo, fomenta espacios de diálogo entre trabajadores informales, comerciantes, agricultores, comunidades, organizaciones de mujeres, a fin de conocer su situación y sus demandas. 

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